SEPSIS, la causa más frecuente de debilidad adquirida en la UCI
La sepsis, o también comúnmente llamada septicemia, es una enfermedad en la cual el paciente es infectado por un microorganismo en cualquier parte de su cuerpo. En la sepsis, a diferencia de cualquier otra infección común, la respuesta que monta el paciente contra el microorganismo se amplifica, se vuelve descontrolada y afecta a todo el organismo.
En concreto, esta respuesta descontrolada afecta no sólo al órgano o tejido donde entró o atacó el microorganismo, sino que también a diferentes órganos lejanos. Así una infección a los pulmones (neumonía) puede terminar con un paciente en falla renal, con la presión muy baja, y con un corazón transitoriamente débil.
De la misma manera que la respuesta inflamatoria descontrolada de la sepsis afecta órganos a distancia, afecta también a los músculos y a los nervios que los activan. Dicho compromiso se denomina "Debilidad muscular asociada a la sepsis" y es característica de los pacientes que han estado graves en las unidades de pacientes críticos.
En concreto, esta respuesta descontrolada afecta no sólo al órgano o tejido donde entró o atacó el microorganismo, sino que también a diferentes órganos lejanos. Así una infección a los pulmones (neumonía) puede terminar con un paciente en falla renal, con la presión muy baja, y con un corazón transitoriamente débil.
De la misma manera que la respuesta inflamatoria descontrolada de la sepsis afecta órganos a distancia, afecta también a los músculos y a los nervios que los activan. Dicho compromiso se denomina "Debilidad muscular asociada a la sepsis" y es característica de los pacientes que han estado graves en las unidades de pacientes críticos.